Keira Bell antes de iniciar la medicación con bloqueadores y hormonas
El tribunal de Londres emitió este fallo durante el juicio que vio la demanda de Keira Bell, de 23 años, contra Tavistock y Portman NHS Trust, la Fundación del Sistema Nacional de Salud de Inglaterra y Gales (NHS) que trata a los pacientes jóvenes y menores que experimentan disforia de género.
Bell es una mujer que acudió a la clínica Tavistock y tras tres sesiones de tan solo una hora fue encaminada a la transición: a los 16 años de edad se le recetaron bloqueadores de la pubertad para detener el proceso de desarrollo de las características sexuales femeninas. A los 17 años, tomó hormonas de sexo cruzado para promover las características masculinas y a los 20 se sometió a una doble mastectomía.
Como recogen sus declaraciones a Tribuna Feminista, Keira dice hoy “Miro hacia atrás con mucha tristeza. No había nada de malo en mi cuerpo. Yo simplemente estaba perdida y no contaba con el apoyo adecuado. La transición me otorgó la facilidad para esconderme aún más de mí misma”.
En su sentencia, que se conoció ayer 1 de diciembre, el tribunal afirma que para que una persona menor sea competente para dar un consentimiento válido, ese o esa menor debería comprender, retener y sopesar cuestiones como que los bloqueadores conducen a las hormonas de sexo cruzado y frecuentemente a la cirugía, que las hormonas producen infertilidad o que se desconocen la consecuencias físicas de los bloqueadores, entre otras cuestiones.
Según señalan los jueces, la clínica Tavistock ha estado recetando bloqueadores de la pubertad a niños de tan solo 10 años
El tribunal considera que es muy poco probable que una menor de 13 años o menos sea competente para dar su consentimiento a la administración de bloqueadores de la pubertad. También que es dudoso que una menor de 14 o 15 años pueda comprender y sopesar los riesgos y las consecuencias a largo plazo de la administración de fármacos bloqueadores de la pubertad
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