Una adolescente que decide alterar su cuerpo para que se parezca al de un niño se compromete a toda una vida de tratamientos médicos. La “cirugía superior”, una mastectomía doble, es una operación importante. Debe tomar grandes dosis de testosterona con regularidad. Esto puede aumentar su probabilidad de desarrollar problemas cardíacos. También hace que el útero se atrofie, a menudo de forma dolorosa, lo que puede requerir una histerectomía.
Algunos de los cambios en su cuerpo serán irreversibles y probablemente le causarán angustia si cambia de opinión. Si ha tomado bloqueadores de la pubertad además de testosterona, es muy posible que sea infértil. Solo unos pocos meses de testosterona pueden haber alterado su voz y haberle dado de por vida una sombra de barba en la cara. Afortunadamente para estas niñas, la faloplastia (construcción quirúrgica de un pene), es a menudo tan problemática que pocas la solicitan.
Por contar cosas como estás en Irreversible Damage (Daño irreversible), la escritora Abigail Shrier ha sido acusada de transfobia.
Como describe Jonathan Zimmerman en Chicago Tribune :
Shrier ha enfatizado que los adultos deben tener la libertad de elegir la transición médica. Pero su sugerencia de que las y los adolescentes podrían no estar en la mejor posición para tomar ese camino le ha valido el estigma de «transfóbica».