¿Cómo se está borrando a las mujeres lesbianas?
Aunque pueda parecer algo absurdo a estas alturas, creemos necesario señalar que una lesbiana es una mujer que se siente atraída sexualmente por otras mujeres y mantiene relaciones sexoafectivas con otras mujeres. Es decir, la orientación sexual, tal y como su propio nombre indica, es por sexo.
En los últimos años, a nivel internacional, se ha intentado presionar a las lesbianas para que utilicen términos más «inclusivos» y genéricos para referirse a sí mismas, como «queer» o «gay». Sin embargo, estos términos no son específicamente de mujeres, y por tanto son una herramienta más para invisibilizar las experiencias exclusivamente lésbicas y la discriminación específica que sufren las lesbianas, que, por supuesto, además de ser discriminadas por su sexualidad, comparten la opresión en base a su sexo con las mujeres heterosexuales.
Más allá de la designación en masculino, desde el generismo queer se está coaccionando a lesbianas a tener sexo heterosexual, amparándose en la falsa idea de que la atracción es por géneros sentidos, e incluso llegando a la coacción sexual a mantener relaciones con varones bajo la amenaza de que de no hacerlo son transfóbicas.
A las ya tradicionales conductas correctivas que vulneran los derechos de las personas homosexuales, ahora se suma a través de esta ideología la negación de qué es ser lesbiana, de que son mujeres y de que su atracción sexual debe corregirse para anularse y ceder ante esencias genéricas y subjetivas, que nada tienen que ver con la realidad de ellas, sino con los deseos de ellos.
Hechos

- La sexualidad se basa en el sexo de las personas. La homosexualidad, por tanto, es la atracción por personas del mismo sexo. Sin embargo, desde que el transactivismo empezó a ganar más y más voz dentro del colectivo, se está empezando a promover la idea de que la sexualidad tiene que ver con la "identidad de género", y que, por tanto, la homosexualidad es la atracción por personas con la misma "identidad de género".
- Gracias a esto, se acepta socialmente el despropósito de que existen "lesbianas con pene" -es decir, varones heterosexuales que se autodeterminan mujeres- está ganando cada vez más popularidad en la comunidad LGTBI.
- Las lesbianas están siendo presionadas para aceptar a "lesbianas trans" o "lesbianas con pene" en sus comunidades, en sus espacios y hasta como parejas sexuales. Es decir, presionadas para tener relaciones y sexo con varones.
- Aquellas que luchan por mantener sus espacios exclusivamente para mujeres lesbianas, son acosadas, perseguidas, insultadas, acusadas de transfobia y hasta reciben amenazas de violación por parte de activistas varones transgénero.
- Esto las está llevando a la clandestinidad, lo que conlleva una invisibilización aún mayor de sus problemáticas específicas, así como aumenta las posibilidades de vivir violencia. Cabe destacar que las problemáticas se dan con varones y no al revés, y que la coacción es a lesbianas y no a gays.
Consecuencias
Esto está teniendo unas consecuencias demoledoras para la comunidad lésbica, y está afectando especialmente a las lesbianas más jóvenes.
- El acoso que reciben las lesbianas que se niegan a aceptar a personas con cuerpos masculinos en sus espacios o como parejas sexuales, está haciendo que muchas mujeres se sientan coaccionadas y accedan a proposiciones y prácticas que en un contexto de libertad nunca consentirían. Lo que implicaría la vivencia de abusos sexuales.
- Esta presión está llevando a grupos y asociaciones a la clandestinidad, lo que no sólo está terminando con la lucha colectiva por los derechos de las mujeres homosexuales, sino que además dificulta enormemente el acceso a la comunidad a aquellas que más necesitan el apoyo y la aceptación: las lesbianas más jóvenes.
- Esto conlleva una falta de referentes para las adolescentes, y muchas no son conscientes de que hay mujeres, que como ellas, no sólo aman a otras mujeres, sino que además rechazan todo lo estereotípicamente femenino.
- En contraposición, el transgenerismo y lo trans son cada vez más visibles y están copando prácticamente todo el terreno en las organizaciones LGBT. Así, estas jóvenes lesbianas y disidentes del género, cada vez más frecuentemente, empiezan a creer que en realidad son varones y son encaminadas a una transición social, médica y quirúrgica que afecta enormemente a su salud mental y física.
- Eso es lo que cuentan la mayoría de mujeres que detransicionan: que la falta de referentes butch y la popularidad del transgenerismo las llevaron a emprender el camino de una transición masculina que no les correspondía, pero que veían como única salida a su descontento con la heteronormatividad y los roles sexuales.
- Como consecuencia de todo esto, ya han surgido varias asociaciones y alianzas que reclaman que se saque la L de LGTBI, y otras que exigen que se distinga claramente entre lo que es orientación sexual y las corrientes trans, que nada tienen que ver.
Posturas al respecto
WOMEN'S DECLARATION
Declaración de los derechos de las mujeres basados en el sexo“Los derechos de orientación sexual son necesarios para eliminar la discriminación contra quienes se sienten sexualmente atraídos por personas del mismo sexo. Los derechos relacionados con la orientación sexual son compatibles con los derechos basados en el sexo de las mujeres y son necesarios para permitir que las lesbianas, cuya orientación sexual es hacia otras mujeres, ejerzan plenamente sus derechos basados en el sexo.”.
Sheila Jeffreys
Autora y profesora universitaria.“La teoría queer ata, precisamente a las lesbianas y a los hombres gais, a los viejos estereotipos de los roles sexuales, que movimientos más progresistas —la liberación gay y el feminismo lesbiano— buscaban demoler”.
Extracto de su libro Gender Hurts, 2014.
Lucía Bonilla
Red LGB“Las lesbianas somos mujeres que amamos y deseamos a otras mujeres. Petender que la palabra lesbiana pierda este significado para incluir el amor y atracción hacia varones (aunque estos se autoidentifiquen como mujeres) es borrado lésbico y terapia de conversión, y no lo vamos a permitir”.
Laura Rivas
Red LGB“Las organizaciones y recursos para lesbianas, gays y bisexuales están ahora completamente volcadas en institucionalizar la mentira de la 'identidad de género'. Pero la categoría sexo y la de 'identidad de género' no pueden coexistir en paz si se equiparan legalmente, porque al borrar la realidad de los cuerpos sexuados, la atracción hacia el mismo sexo es vista como 'fóbica' por el transactivismo”.
Mara Gonzalo
Red LGB“Las lesbianas pasamos por un duro proceso vital luchando contra nosotras mismas y quienes somos, tratando de aceptarnos mientras toda una sociedad lesbófoba nos grita que somos incorrectas.
Ahora, desde colectivos que se supone que nos representan, se nos instiga a renunciar a nosotras mismas de nuevo para complacer los deseos patriarcales de los varones. No hay nada de revolucionario o inclusivo en esto. Son los mismos machos incapaces de aceptar que no pueden acceder al cuerpo de las mujeres".
Ejemplos

El "Techo de Algodón"
Planned Parenthood es una importante ONG internacional que proporciona servicios relacionados con la salud sexual y reproductiva destinados a la población más joven. En Toronto organizaron este curso, para ayudar a «las mujeres trans y a las personas «asignadas con sexo masculino al nacer» de la comunidad queer, a elaborar estrategias para sobrepasar las barreras sexuales con las mujeres lesbianas. El título reza: «Superando el Techo de Algodón: Rompiendo las barreras sexuales para las mujeres trans queer». Ese «techo de algodón», mediante una analogía con el «techo de cristal», hace referencia a la ropa interior de las mujeres. Dicho de otra manera, este curso enseña a personas con cuerpos masculinos a obtener el consentimiento sexual de mujeres que no están interesadas en relaciones heterosexuales.


¿Saldrías con una lesbiana con Pene?
Arielle Scarcella, youtuber lesbiana de Estados Unidos con 666.000 subscripciones a su canal, explica en el vídeo de la primera imagen (que ya no está disponible) que existen las «lesbianas con pene» y presenta a «una de ellas». El vídeo empieza planteando la pregunta a la audiencia de si saldrían con una «lesbiana con pene».
Años más tarde, en el vídeo de la segunda imagen, la misma Arielle, intenta excusarse y dar explicaciones de que no es tránsfoba, tras el acoso recibido por decir que a ella no le gustan las «lesbianas con pene».


Las preferencias sexuales son transfóbicas (I)
También en nuestro país tenemos ejemplos de borrado lésbico, y homosexual. Lara Santaella, con 11.700 seguidores en twitter, nos confirma que tener preferencias sexuales es transfóbico.
Por otro lado, la famosísima youtuber española Yellow Mellow (1.730.000 subscripciones a su canal y 857.200 seguidores en twitter), tacha de transfobia la afirmación de que a las lesbianas no les gustan los penes.

El sexo con mujeres trans: una guía para lesbianas
La revista Allure publicó en 2019 esta guía para que las lesbianas y mujeres bisexuales, "aprendieran" a mantener relaciones sexuales con transfemeninas con pene.
Lesbianas frente a la teoría queer
La teoría queer es un conjunto de ideas sobre el sexo, el género y la sexualidad humana que sostiene que el sexo y la orientación sexual no están inscritos en la naturaleza humana, sino que son el resultado de una construcción social, que varía en cada sociedad. Es decir, un determinismo social que rechaza toda realidad material objetiva, y toda la evidencia al respecto. Si el sexo no es real, objetivo y constatable, la homosexualidad y la opresión de las mujeres son producto de nuestra imaginación y, por tanto, fácilmente reversibles, negando e incluso empeorando la situación de discriminación y violencia de personas homosexuales y de las mujeres.
Aunque se presenta como transgresora y revolucionaria, la teoría queer se ha convertido en la herramienta perfecta del patriarcado para destruir el Movimiento Feminista y la lucha por los derechos de las personas homosexuales, puesto que deslegitima el análisis de la realidad material en el que se basan ambas luchas y fomenta ideas y actitudes tremendamente misóginas y homófobas, lo cual se traduce en que las mujeres lesbianas quedan doblemente afectadas en sus postulados
Entendemos que la orientación sexual y sexualidad de las lesbianas se basa en la atracción por personas del mismo sexo, no del mismo género.
Rechazamos que la ausencia de atracción sexual por personas transgénero pueda catalogarse de transfobia.
Frente a la afirmación de que las lesbianas deberían estar abiertas a la posibilidad de tener relaciones sexuales con mujeres transgénero, decimos que la sexualidad lésbica no existe para validar identidades.
No estamos oprimiendo a nadie cuando nos negamos a acostarnos con mujeres trans que no han transicionado.
Las lesbianas tenemos derecho a no ser estigmatizadas: no tenemos la obligación de acostarnos con personas trans como muestra de que no somos tránsfobas.
Una relación sexual entre una persona con genitalidad masculina y otra con genitalidad femenina nunca puede definirse como lesbianismo u homosexualidad.
Como indica la propia expresión, la “orientación sexual” es un concepto basado en el “sexo”. Por tanto, una relación así es, por definición, heterosexual.
La sexualidad de las lesbianas se basa en la atracción por personas de sexo mujer, no por los estereotipos culturalmente asociados a las mujeres ni por la feminidad. Por eso, por muy femenina que sea la presentación de alguien con genitales masculinos, nunca podrá considerarse que está en una relación lésbica.
«Lesbiana» es un término que define a las mujeres que sentimos atracción sexual, física, emocional, y sentimental hacia personas de nuestro mismo sexo.
Lesbianismo e Identidad de Género
¿Son compatibles el lesbianismo y el concepto de ‘Identidad de género’?
La normalización del concepto de ‘identidad de género’ tiene implicaciones muy serias para las lesbianas. La introducción de esta creencia generalizada en una especie de «esencia» o «alma sexuada», del todo inconstatable, permite que cualquier varón que afirme «sentirse mujer» deba ser tratado como tal. Incluso se ha de considerar que padece una discriminación mayor que cualquier mujer, por pertenecer a un colectivo considerado vulnerable.

Dos individuos transgénero haciendo una peineta al paso del bloque de lesbianas, en la manifestación del Orgullo de 2018 en Londres
Como consecuencia de la aceptación social de la autodeterminación del propio sexo —especialmente en la comunidad LGTBI—, las lesbianas están siendo presionadas y coaccionadas mediante chantaje político para aceptar a individuos con cuerpos masculinos en sus comunidades y hasta como parejas sexuales. Dado que el 80% de los varones que se identifican como trans mantienen sus genitales [1], la noción absurda de que existen «lesbianas con pene» está siendo promovida y normalizada en las comunidades LGTBI, de tal manera que las mujeres lesbianas están siendo presionadas para aceptar semejante disparate sin cuestionamiento alguno. En este contexto de coacción y chantaje, los grupos de lesbianas, a nivel internacional, llevan ya unos años sufriendo la presión para admitir a «lesbianas» con cuerpos masculinos, y aquellos que resisten son sometidos a amenazas de todo tipo, incluida la violación de sus integrantes por parte de transactivistas varones. Estas amenazas han hecho que los grupos de lesbianas, especialmente en el mundo anglosajón, hayan tenido que empezar a reunirse en secreto. Como consecuencia, sus organizaciones se han vuelto invisibles, y esta falta de referentes está haciendo mella en las lesbianas más jóvenes, que no se ven representadas en el colectivo, y en no pocas ocasiones, acaban confundidas y convencidas de que si les gustan las mujeres y rechazan los estereotipos femeninos, es porque son en realidad hombres.
Lo que es bastante significativo es que no esté ocurriendo lo mismo en las comunidades de gais. Tanto lesbianas como gais sufren homofobia y discriminación por su sexualidad, pero los hombres gais no son objetivo de los activistas transgénero de la misma manera que lo son las mujeres lesbianas. Si las lesbianas están siendo foco de estos ataques es claramente porque son mujeres. En este punto conviene recordar, una vez más, que el sexo no es lo mismo que el género o la ‘identidad de género’. La Organización Mundial de la Salud define «sexo» como «las características biológicas y fisiológicas que definen a varones y mujeres». El género se refiere a «las imposiciones, roles y comportamientos socialmente construidos que una determinada cultura considera apropiados para varones y mujeres».
Las mujeres, incluidas las lesbianas, son discriminadas y oprimidas en base a su sexo, no a su «género». El género es la herramienta que facilita esa opresión y esa discriminación. ‘Identidad de género’ es un término de nuevo cuño que se refiere al sentimiento o la creencia subjetiva, de que se tiene una esencia innata de «género» que está en conflicto con el sexo biológico. No hay ninguna base científica que justifique la existencia de estos sentimientos, más allá de que la vivencia de género es la consecuencia de asimilar una educación sexista, pero pueden causar malestar clínico significativo a quienes dicen tenerlos, lo que se han reconocido médicamente como ‘disforia de género’. Sin embargo, que haya personas que sufran por sentirse de una determinada manera, no debe, en ningún caso, ser excusa para presionar a las mujeres, y más concretamente a las lesbianas, a aceptar en sus espacios a cualquier hombre que se autoproclame mujer. Menos cuando desde la investigación criminal se detectan patrones de oportunismo en agresores sexuales, pudiendo llegar a suponer un acceso sencillo a depredadores. Esto supone un atentado contra la libertad de reunión y el derecho a la intimidad de la mitad de la población, más allá de un factor de riesgo, y no se debe consentir, y mucho menos promover.
Estos conflictos han hecho que muchas lesbianas se sientan ninguneadas y amenazadas por su propio colectivo, y estén reclamando la salida de la L de la comunidad LGTBI.
Alianzas LGB
En países como Reino Unido, las principales organizaciones LGTB han empezado a centrar sus esfuerzos casi exclusivamente en la defensa de la autodeterminación del sexo. Esto ha hecho que hayan surgido varias asociaciones de gais y lesbianas que reclaman la independencia de la lucha por los derechos de las personas homosexuales.

LGB ALLIANCE
Un grupo de lesbianas, gays y bisexuales resolvió en una reunión en el centro de Londres el 22 de octubre de 2019 establecer una nueva «Alianza LGB» para contrarrestar la confusión entre sexo y género que ahora está muy extendida en el sector público y en otros lugares.
Los participantes, que incluyeron a ex empleados y simpatizantes del grupo de presión Stonewall, además de médicos, psiquiatras, académicos y abogados con experiencia en protección infantil, acordaron una declaración de la fundación centrando el sexo biológico en lugar de las teorías de género que consideran pseudocientíficas y peligrosas.
Los miembros de la LGB Alliance acordaron, como parte de una declaración de posición de 20 puntos, estos que te destacamos aquí:
GET THE L OUT
Se trata de un grupo de activistas lesbianas con la intención de crear una comunidad autónoma de lesbianas que no esté supeditada a los deseos de los hombres ni a su idea de lo que las lesbianas son. Así surge «Get the L out».
Denuncian que la comunidad LGB, incluyendo el orgullo y sus marchas, están negando la definición de lesbianismo y equiparando la atracción sexual hacia personas del mismo sexo al discurso de odio. La comunidad LGBT está coaccionando a las lesbianas para que acepten los penes como órganos femeninos y el coito heterosexual como una práctica sexual lésbica. Se oponen a esta ideología manipuladora y la denuncian como cultura de la violación dirigida a las lesbianas, además de como una forma de terapia de conversión.

LESBIAN RIGHTS ALLIANCE
La «Lesbian Rights Alliance» está formada por lesbianas, grupos de lesbianas y redes lesbianas a lo largo de Inglaterra y Gales.
Denuncian que la igualdad de las lesbianas y sus Derechos Humanos están siendo atacados por el lobby político transgénero. Explican que surgen porque consideran que los derechos de las mujeres lesbianas no están siendo defendidos por las organizaciones LGB.
Algunas de las cosas por las que luchan son:
- Que se deje de insistir a las lesbianas en que las relaciones con varones son también relaciones lésbicas.
- Acabar con la desaparición de las lesbianas disidentes de género, que se está llevando a cabo a través de las políticas y protocolos transgénero en los colegios y el servicio nacional de salud.
- Preservar los espacios segregados por sexos, incluyendo el deporte y los servicios públicos específicos para las mujeres.

RED LGB
En 2020, un grupo de lesbianas, gays y bisexuales de España constituyeron el grupo «RED LGB».
En su manifiesto, la red declara que “las lesbianas y las mujeres bisexuales sufren, simultáneamente, discriminación por su orientación sexual y opresión estructural en base a su sexo…
Que la confusión entre sexo y género es una maniobra reaccionaria que opera en contra de las mujeres, de las personas homosexuales y de la infancia.
Que el “techo de algodón” es un concepto misógino para presionar a lesbianas para que tengan relaciones sexuales con hombres.”
Artículos

Seiya Morita: El movimiento ideológico trans, el capitalismo global y la colonización de la mujer

Kathleen Stock. ¿Por qué las lesbianas deben acostarse con hombres?
