Amelia Strickler es campeona británica de lanzamiento de peso.
Una campeona británica de lanzamiento de peso criticó duramente los planes filtrados para permitir que las mujeres transgénero compitan en la categoría femenina en el atletismo internacional. Añadió que la «abrumadora mayoría» de sus compañeras atletas pensaba lo mismo pero tenían «miedo de hablar» por temor a perder patrocinadores o a ser atacadas en las redes sociales.
Strickler, de 28 años, reacciona así a la revelación de Telegraph Sport esta semana de que World Athletics ha consultado en secreto a sus federaciones miembro sobre un cambio de reglas propuesto que no llegaría a la prohibición total [de que los transfemeninos participen en categorías deportivas femeninas].
Los documentos vistos por Telegraph Sport muestran que la «opción preferida» del organismo rector del atletismo mundial reduciría a la mitad la testosterona en sangre máxima permitida para transfemeninos a 2,5 nanomoles (nM/l) por litro y duplicaría a dos años el período que deben permanecer por debajo de ese umbral antes de poder competir. Se espera una decisión final en marzo.
Strickler insiste en que ninguna reducción hormonal puede cancelar las ventajas obtenidas en la pubertad masculina, particularmente en un deporte basado en la potencia como el lanzamiento de peso.
Está muy bien que ellos [World Athletics] estén imponiendo restricciones en los niveles de testosterona y extendiendo la cantidad de años para calificar y demás… pero nada de eso importa», dijo la atleta nacido en Ohio. «Todavía estarían millas por delante de nosotras.
«Quiero decir, el tiro de las mujeres pesa la mitad [que el de los hombres]. Aparte de toda la fuerza que han ganado a lo largo de los años, está la ventaja de la altura, la envergadura, todas las cosas que las hormonas no pueden reemplazar… ángulos de cadera , capacidad pulmonar, etc. El entrenamiento sería más fácil para ellos. Eso es solo un hecho».
«Si esto sucede, no me sorprendería que viéramos caer muchos récords mundiales en manos de atletas trans».
Strickler agregó: «Estoy realmente preocupada. Esta es mi carrera. Si entra en vigor en marzo, entonces para marzo de 2025 podría jubilarme».
Quienes están a favor de permitir que los transfemeninos compitan en el deporte femenino argumentan que el número de quienes intentan hacerlo es insignificante, y que aún menos llegan al nivel de élite. Pero Strickler afirma que temía que las nuevas pautas pudieran «abrir las compuertas».
«Realmente creo que podría ocurrir», afirma. «Básicamente todos los órganos de gobierno del deporte en este momento están bajo presión para emitir directrices. Hemos estado esperándolo. El hecho de que la Asociación Mundial de Atletismo, una de las más importantes, no se haya pronunciado, creo que es muy, muy molesto. Creo que estas normas podrían abrir las compuertas».
Muchos atletas dirán: ‘Bueno, he esperado. Estoy listo para competir. ¿Qué tengo que hacer? Y las mujeres se quedarán sin trabajo. Aunque sólo sean un puñado, ¿pones los sentimientos de unos pocos por encima de los de todo un sexo?.
Lord Coe, presidente de la Asociación Mundial de Atletismo, declaró el pasado otoño que su organización «seguiría la ciencia» a la hora de elaborar nuevas directrices. Pero Strickler afirmó que los transfemeninos que compiten en pruebas femeninas son una «burla» dentro del deporte.
«Es casi como si fuera un tema tabú en el circuito»
«No me he encontrado con nadie que diga ‘Oh, estará bien’. Incluso los muchachos dicen ‘Sí, estás jodida’. Se hacen bromas [en el entrenamiento] como ‘Oh, sí, hoy tengo ganas de ser una mujer’.
Algunas de las compañeras atletas de Strickler, como Emily Diamond y Ellie Baker, han expresado su preocupación en el pasado, pero Strickler cree que la mayoría está preocupada por significarse.
«Creo que la gente tiene miedo porque tiene contratos o financiación», señaló. «Ciertamente he tratado de hacer que hablen. Es casi como un tema tabú en el circuito, a pesar de que todos en privado dicen ‘Es ridículo’.
«Pero yo no tengo financiación. Y no tengo ningún patrocinador con el que esté contratada. Así que no estoy preocupada. Si recibo una reacción violenta en las redes sociales, realmente no me importa. Si nadie dice nada, estamos todas jodidas».
Strickler agregó: «No tengo ningún problema con que los transfemeninos compitan en una categoría diferente. El deporte debería ser para todos. Se trata de proteger a las mujeres. Espero que más de nosotras nos unamos para evitar esto porque sería el final».
Artículo original