En una desviación sin precedentes del método histórico para contar cuántos hombres y mujeres hay en el Estado irlandés, la Oficina Central de Estadística CSO ha aconsejado a las personas transidentificadas que seleccionen ambos sexos, hombre y mujer, en sus formularios. La CSO afirma que si el sexo no se indica claramente, se asignará al azar. Cuatro organizaciones feministas de Irlanda han puesto en marcha una campaña para denunciar este falseamiento intencionado de los datos en el Censo.
Esta no es una solución viable porque distorsionará los datos recopilados para la categoría «sexo», que es primordial, después del nombre. En una campaña conjunta de cuatro grupos de mujeres irlandesas, estamos pidiendo a quienes creen que la biología y la identidad de género deben ser dos categorías separadas, que registren legalmente su protesta ante el problema de la interferencia de género con la primacía del sexo.
La CSO ha sido acusada de dañar la credibilidad del Censo al alentar a las personas a dar información falsa si se sienten «incómodas» al responder la pregunta sobre su sexo.
A partir del lunes 21 de marzo, los cuatro grupos de mujeres –The Countess Advocacy, Irish Women’s Lobby, Radicalin y y Women’s Space Ireland-. instarán al público en las próximas dos semanas a agregar «creyente en biología», Believer In Biology, en la pregunta sobre la religión profesada en el Censo 2022, en protesta por la orientación sugerida a quienes se sienten incómodos eligiendo entre hombre o mujer al permitirles «que marquen ambas casillas».
En redes sociales, la campaña de las organizaciones de mujeres usará los Hashtags #BelieverInBiology #Census2022 #WeWillBeHeard
Los formularios del censo dicen que cualquier persona que no proporcione o se niegue a proporcionar información en las secciones obligatorias del censo «o que proporcione información falsa a sabiendas puede estar sujeta a una multa de hasta 44.440 €».
La legislación de la Unión Europea exige que se formule una pregunta sobre el sexo biológico y dicta que “las únicas respuestas que se pueden dar son masculino y femenino”.
A pesar de la disposición legal y la sanción, la Oficina Central de Estadística explica en su guía online que “para fines de análisis estadístico, a todas las entradas se les asignará un sexo y cuando este no esté claramente indicado en un formulario del Censo, se asignará de forma aleatoria.»
“Todo el mundo sabe de qué sexo es y es importante mantener la integridad de los datos recopilados en el Censo según lo exige la legislación de la UE. No hay una buena razón por la que se deba permitir que la ideología de la identidad de género interrumpa el propósito correcto del Censo que «nos da la información vital para la planificación de los servicios públicos», dijo Laoise de Brún, de The Countess Advocacy, una organización sin fines de lucro que destaca el impacto de la doctrina de la identidad de género en mujeres y niños. “Es extraordinario que la CSO aliente al público a proporcionar información falsa sobre el Censo».
¿Por qué debería permitirse que una creencia de tipo religioso en una ‘identidad de género’ indefinible tenga prioridad sobre la realidad de la biología?
La Sra. de Brún continuó diciendo: “El consejo relacionado con la cuestión del sexo es una compensación sin sentido para el activismo trans. La asignación aleatoria de significado a los datos los vuelve peor que inútiles. Es peligroso porque interfiere con la capacidad de formular políticas basadas en hechos, no en ficción”.
“Esta debacle del Censo es una consecuencia adicional no deseada de la Ley de Reconocimiento de Género de 2015, que permite a las personas cambiar su sexo legal. La GRA se basa en una ficción legal de que los humanos pueden cambiar de sexo”, agregó. “Ceder ante el cabildeo de la identidad de género en el Censo 2022 sienta un peligroso precedente al permitir que los datos necesarios se corrompan para adaptarse a grupos de interés particulares”.
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