Ya casi nadie utiliza el término feminazi con el que la carcundia reaccionaria insultaba a las feministas. Ahora la manera moderna de elevarse moralmente sobre las feministas que se atreven –que nos atrevemos– a cuestionar la denominada identidad de género o que se muestran contrarias al aún más disparatado concepto de autoidentificación de género es terfa.
Para resumir, las terfas son las feministas a las que se acusa de ser tránsfobas, y que es utilizado no solo por el transgenerismo, sino también por los reaccionarios de izquierda, e incluso por mujeres que se autodefinen como feministas. La primera terfa planetaria fue J.K.Rowling por atreverse a decir, ¡oh, sacrilegio! que para denominar a las personas menstruantes se solía utilizar la palabra mujeres. No contenta con el linchamiento mediático al que fue sometida esta escritora, la Gran Mayordoma del Patriarcado (minuto 32) vuelve a la carga acusando a la inventora de Harry Potter de haber utilizado su trauma sexual para perseguir a otros y cuestionar los derechos de las personas trans, cosa que J.K. Rowling no ha hecho.
Pero también en nuestro país hay ya una lista de terfas candidatas a arder en la pira.[…]
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