La guía Somos Diversidad, editada por el ministerio de Igualdad, incluye contenidos ideológicos altamente sexistas, que nada tiene que ver con el respeto a la diversidad y asume postulados de la teoría queer, que ponen en peligro el normal desarrollo de la personalidad de las y los menores, generando confusión en edades claves para su desarrollo personal.
Entendemos que la elaboración de materiales pedagógicos de respeto a la diversidad es esencial en un sistema educativo que pretenda fomentar el respeto a las diferentes opciones sexuales, razas, o creencias, etc. Sin embargo, estamos ante un documento científicamente insostenible e ideológicamente inaceptable que bajo el pretexto de normalizar la diversidad familiar en la que vive la infancia y la juventud, establece la promoción de un compendio de contenidos destinados a introducir el pensamiento del generismo queer según el cual el sexo biológico no existe.
Estamos ante una guía puramente sexista, orientada a consagrar la existencia de los estereotipos y los roles que la cultura tradicional asigna hombres y mujeres, y que pretende inculcar a los menores la falacia de que la realidad biológica es elegible y que ser hombre o mujer es solo una cuestión de sentimientos.
Estas posiciones acientíficas transmiten mensajes que no son ni progresistas ni liberadores, que consolidan estereotipos sexistas, y son por tanto contrarios a las relaciones de igualdad y respeto entre chicos y chicas de todas las edades, como establece la coeducación en la escuela.
La “guía” busca fomentar una participación activa del profesorado en la inducción a que chicas y chicos piensen que, si sus juegos y preferencias no se ajustan a las normas sexistas tradicionales, pueden haber nacido en “cuerpos equivocados”.
Sabemos ya que en países donde se han aceptado estos conceptos se está conduciendo a niñas y niños al uso de bloqueadores de pubertad, a la hormonación y a las cirugías.
En uno de los ejercicios de la guía, se ofrece a niñas y niños la “posibilidad de construir una identidad masculina o femenina (idealmente diferente a los que performan habitualmente) utilizando ropas y prótesis (bigotes, pelucas, pintalabios, faldas, corbatas)». Siguiendo al pie de la letra las teorías queers, la guía consolida estereotipos y convierte a mujeres y hombres en una serie de tópicos sexistas expresados en la ropa, el maquillaje, los adornos. Para que no quede ninguna duda, queremos poner de manifiesto que las fuentes de autoridad que se han manejado para la elaboración de esta Guía y que aparecen en la Bibliografía consultada se refiere en su mayoría a teóricos queers.
Los autores de la guía introducen un neolenguaje, no aceptado ni por la sociedad ni por feminismo ni por la ciencia, que divide a los seres humanos entre personas trans (transexuales o transgénero) y personas no trans (todas las personas no transexuales o transgénero) a las que pasa a denominar como personas CIS. El término CIS reduce a las mujeres (y a los hombres) a una categoría que se define por oposición a lo “trans”.
Desde la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, se pone de manifiesto que “es esperable que el Ministerio de Igualdad conozca los principios básicos de las políticas públicas de Igualdad y que sepa que no estar conforme con la imposición de roles y comportamientos impuestos, de manera diferenciada, a hombres y mujeres es una reivindicación del feminismo y no un predictor de “desajuste” con la normatividad impuesta.
La guía incluye contenidos ideológicos altamente sexistas, que nada tienen que ver con el respeto a la diversidad y asume postulados de la teoría queer, que ponen en peligro el normal desarrollo de la personalidad de las y los menores, generando confusión en edades claves para su desarrollo personal.
Exigimos la inmediata retirada de este documento, y hacemos un llamamiento a los centros educativos para que no se sirvan de materiales pedagógicos contrarios a la igualdad entre mujeres y hombres.
Consideramos que los contenidos son contrarios a los principios de coeducación que debe fomentar el sistema educativo y son un atentado al crecimiento libre y en igualdad de nuestras niñas, niños y adolescentes, que es exactamente lo que debería promover el sistema educativo.
Exigimos, así mismo, una reunión urgente con el Ministerio de Educación del Gobierno de España para abordar el preocupante alejamiento de los principios y prácticas de la Coeducación en los centros educativos y de formación del profesorado.
Criticamos y alertamos sobre la utilización de los contenidos que deberían estar destinados a fomentar el necesario respeto a la diversidad para introducir mensajes contrarios a la coeducación y el fomento del sexismo queer que considera que los roles y estereotipos sexistas son identidad humana.
Denunciamos la deriva del Ministerio de Igualdad hacia postulados que no pocas veces son contrarios a la igualdad entre mujeres y hombres y la utilización del espacio institucional para dinamitar las políticas públicas de igualdad que con tanto éxito, llevaron a España a la vanguardia de la lucha contra la violencia, la representación política de las mujeres, o el impulso de una mayor participación del conjunto de las mujeres en la vida cultural, científica o económica.
Finalmente, queremos manifestar que ningún material pedagógico que se sirva del fomento de la terminología del insulto a las lesbianas es aceptable ni apropiado para fomentar el respeto a las opciones sexuales y solo pone de manifiesto la frivolidad pedagógica de la Dirección General promotora de tales materiales.
Madrid, 3 de julio de 2020.