Cuando el hijo de la expresidenta de Mermaids cumplió 16 años, viajó con su madre a Tailandia para una cirugía genital
El grupo de presión trans Mermaids ayudó a redactar los planes del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) para tratar a los y las menores que se cuestionan su sexo, según ha podido revelar The Telegraph. Los documentos publicados muestran la estrecha colaboración entre la clínica de género Tavistock y la activista Susie Green,
Susie Green, entonces presidenta de la organización benéfica Mermaids, formó parte de un grupo de trabajo que revisó los servicios de la clínica trans Tavistock and Portman NHS Foundation.
Las especificaciones del servicio, que describen el tratamiento infantil, incluyen detalles sobre cómo «se contemplará ahora el uso de bloqueadores hormonales para cualquier menor de 12 años». La relación entre Mermaids y altos cargos del NHS queda al descubierto por primera vez en documentos que ha consultado The Telegraph.
La clínica Tavistock alegó que no tenía correos electrónicos ni actas de reuniones con la Sra. Green, pero después de que el regulador de la información amenazara con emprender acciones judiciales, la clínica publicó más de 300 páginas.
[Los documentos] muestran que la Sra. Green tenía línea directa con la Dra. Polly Carmichael, directora de Tavistock, y exigía ser considerada profesional para poder derivar a menores para que recibieran tratamiento cuando sus médicos de familia se negaban. La Sra. Green, que no tiene formación médica formal conocida, fue asesora en dos de los estudios en los que participó la clínica sobre el efecto a largo plazo de la identidad de género.
Las especificaciones del servicio, que siguen disponibles en el sitio web de NHS England, debían sustituirse en 2020, pero quedaron en suspenso cuando el Gobierno ordenó la revisión independiente de la Dra. Cass sobre la clínica.
Según informó Tavistock: «Al igual que muchos servicios del NHS, el GIDS (servicio de desarrollo de la identidad de género) trabaja con una serie de grupos de apoyo a pacientes del tercer sector y organizaciones benéficas que tienen diferentes puntos de vista sobre cómo mejorar el servicio».
Mermaids afirmó que su «principal objetivo es apoyar el bienestar mental y físico de las personas jóvenes trans y no binarias de todo el Reino Unido».
La Sra. Green, ex presidenta de Mermaids, dijo que ‘no era un secreto’ que participaba en las especificaciones del servicio».
Un portavoz del NHS declaró: «Hemos empezado a aplicar las recomendaciones de la Dra. Cass y hemos celebrado una consulta pública sobre nuevas especificaciones provisionales del servicio, que se publicarán en las próximas semanas».
«La Tavistock estaba a merced de estos activistas»
Se trata de los documentos que la clínica de género Tavistock del NHS afirmó que no existían: más de 300 páginas de correos electrónicos y actas que dejan al descubierto por primera vez el alcance de la implicación de Mermaids en la única clínica de Inglaterra para la infancia transgénero.
La controvertida organización benéfica ha sido señalada durante mucho tiempo por distintos denunciantes como una de las razones por las que Tavistock perdió el rumbo, pues afirmaron que los activistas presionaban al personal para que recetara fármacos que podían provocar alteraciones vitales.
The Telegraph está en disposición de revelar que Susie Green, entonces presidenta de Mermaids, tenía línea directa con la directora de la clínica, la Dra. Polly Carmichael, y podía hacer derivaciones incluso cuando el médico de atención primaria se negaba repetidamente.
Los documentos dejan al descubierto la profundidad de su implicación, incluida su ayuda en la redacción de las especificaciones del servicio y su asesoramiento en una serie de ensayos diseñados para informar sobre la manera en que se trataba a los pacientes jóvenes.
El Tavistock and Portman NHS Trust se había negado en un primer momento a publicar los detalles de las reuniones celebradas entre 2014 y 2018, basándose en una exención en virtud de la ley de Libertad de Información, ya que provocaría un «nivel desproporcionado o injustificado de disrupción, alteración o malestar».
Cuando la Oficina del Comisario de Información (ICO) les pidió que justificaran esa negativa, el Trust la retiró y afirmó que tras «una búsqueda exhaustiva de correos electrónicos… el Trust no dispone de la información solicitada».
El ICO insistió en que «teniendo en cuenta las probabilidades» sí disponía de la información y amenazó con denunciarles ante el Tribunal Superior, a menos que accedieran a la petición de una familia afectada. La clínica Tavistock ha publicado ya 322 páginas de comunicaciones entre 2014 y 2018.
Incluyen correos electrónicos entre la Dra. Carmichael, que todavía trabaja en la Tavistock, y la Sra. Green, que ha dejado Mermaids y ahora trabaja para una médica que prescribe bloqueadores de la pubertad online. En un intercambio de 2016, la Sra. Green se puso en contacto con el jefe del servicio para cuestionar la decisión del personal de rechazar una derivación que ella había hecho.
Molesta por no ser considerada una profesional
La Sra. Green, que no tiene formación médica conocida, declaró que le dijeron «que la derivación no había sido validada ni evaluada en cuanto al riesgo por un profesional» y que por eso la rechazaron.
En sus palabras: «Solo puedo deducir de esta afirmación que no se me considera una profesional… Ahora estoy muy confundida, ya que tenía entendido que su servicio aceptaría derivaciones de Mermaids, pero esta declaración parece sugerir lo contrario….
Si NO aceptan derivaciones de Mermaids porque no soy profesional, me gustaría saber el razonamiento que hay detrás de esto. La derivación por parte de un profesional no sanitario es aceptable desde las escuelas, los servicios sociales, etc., y tengo entendido que las derivaciones de Mermaids fueron aceptadas. Susie Green, ex presidenta de la organización Mermaids,
La persona encargada de administración dejó claro que era necesario actuar de inmediato o se rechazaría la derivación, así que le ruego que se aplique cierto grado de urgencia para tratar este asunto».
La Dra. Carmichael respondió: «Aceptamos derivaciones de grupos del tercer sector y sé que ustedes así lo han hecho en el pasado, y así sigue siendo. Los grupos del tercer sector suelen desempeñar un papel vital en el apoyo a los jóvenes y sus familias, y valoramos enormemente su participación».
Derivaciones «sin apoyo del médico de atención primaria»
La Sra. Green envió derivaciones para jóvenes que «no contaban con el apoyo de su médico» y en un caso envió la derivación señalando que el profesional sanitario «se ha negado sistemáticamente a derivar».
Los documentos muestran que ya en 2014 participó en la «nueva redacción de las especificaciones del servicio» para el servicio de desarrollo de la identidad de género (GID) del NHS para la infancia. Fue una de las diez personas que asistieron a una reunión.
También estuvieron presentes la Dra. Carmichael, que presidió la sesión, Rob Senior, director médico del Trust, el profesor Gary Butler, consultor del University College London Hospital y actual responsable clínico de la clínica infantil de género, y Bernard Reed, fundador del grupo de campaña Gender Identity Research and Education Society.
Las actas muestran que acordaron actuar como un «grupo de trabajo de tareas y resultados» y que «se esperaba que el contenido de los debates permaneciera dentro del grupo».
Tomaron nota de los primeros resultados de la «investigación sobre la edad para recibir tratamiento con bloqueadores hipotalámicos», que «sugieren que el bloqueador podría prescribirse desde la pubertad temprana».
Tavistock no ha facilitado las actas de ninguna otra reunión del grupo, a pesar de que en las notas se afirmaba que se reunirían dos o tres veces y compartirían los detalles de su evaluación. En consecuencia, las contribuciones de la Sra. Green siguen sin estar claras.
2016. Mayor énfasis en el tratamiento médico afirmativo
En 2016, el NHS England publicó nuevas especificaciones de servicios que hacían mayor hincapié en el tratamiento médico de la infancia. En estas se afirmaba por primera vez «que los bloqueadores hormonales se contemplarán a partir de ahora para cualquier menor de 12 años con la pubertad establecida».
También se actualizó la sección de «consentimiento informado» para indicar que: «La edad por sí sola no determina la capacidad para dar consentimiento. Si se llega a la conclusión de que un cliente tiene suficiente autonomía y comprensión de lo que se le va a ofrecer, además de cumplirse otros criterios clave de elegibilidad y disposición, puede consentir someterse al tratamiento».
La implicación en las especificaciones del servicio se produjo cuando Mermaids estaba presionando a la clínica Tavistock para bajar la edad de tratamiento hormonal cruzado a los 14 años, como reveló la Dra. Carmichael en una entrevista en ese momento.
La organización benéfica también pedía que se redujera el tiempo que los y las adolescentes tenían que pasar con bloqueadores de la pubertad antes de que se les recetara tratamiento hormonal cruzado.
En una cadena de correos electrónicos en la que participó la Sra. Green, su compañero de campaña, el Sr. Reed, preguntó si «existen propuestas para acelerar» el proceso. Señaló que los y las niñas tenían que tomar bloqueadores de la pubertad entre seis meses y un año antes de que se les administraran hormonas sexuales cruzadas, para cuya prescripción tenían que esperar hasta los 16 años.
En la respuesta de noviembre de 2016, Sally Hodges, una de las directoras del Trust, declaró que «la situación está cambiando rápidamente», ya que el servicio había recibido más dinero y «Polly Carmichael está en contacto con Susie para asegurarse de que se cuenta con la información más precisa y actualizada».
Reasignación de sexo a los 16 años
La Sra. Green, que ahora trabaja para Gender GP, un servicio online que prescribe hormonas sexuales cruzadas, había llevado a su propio hijo, nacido varón, a Estados Unidos para que le administraran bloqueadores de la pubertad antes de cumplir los 16 años. Cuando cumplió esa edad, viajaron a Tailandia para que se sometiera a una operación de «reasignación de sexo» [cirugía genital].
En uno de los intercambios pidió «claridad» a la Dra. Carmichael sobre si Tavistock trataría a los y las menores cuyas familias habían obtenido bloqueadores u hormonas sexuales cruzadas de forma privada, ya fuera por las listas de espera o porque los medicamentos no se prescribían en el NHS a menores de 16 años.
«Sería un gran alivio para las familias», escribió. «Muchas quieren acceder a bloqueadores de forma privada para sus hijos e hijas debido a la angustia que causan los continuos cambios puberales y las larguísimas listas de espera para ser vistos y evaluados, pero luego se ven atrapadas en la situación de tener que autofinanciarse bloqueadores indefinidamente».
La Dra. Carmichael respondió que «lamentaba mucho oír que había habido confusión» y dijo que «las circunstancias individuales varían mucho, por lo que habría que estudiar caso por caso».
Afirmó que si el o la menor ya estaba viendo a un endocrinólogo a través de la Tavistock, se le dejaría de prestar atención sanitaria pública si empezaba a recibir medicamentos de forma privada, aunque podría seguir recibiendo terapia. No obstante, añadió que los pacientes «pueden optar en un momento posterior por ser derivados a la clínica de endocrinología si, por ejemplo, iniciaron un tratamiento hormonal cruzado fuera del servicio a una edad más temprana de la que ofrece el servicio».
La jefa de Mermaids, invitada a participar en una investigación
En 2018, la Dra. Carmichael volvió a enviar un correo electrónico a la Sra. Green, [entonces presidenta de Mermaiids] para invitarla a participar en una investigación que contaba con el apoyo del National Institute for Health Research (NIHR). Según la doctora: «Estamos en proceso de presentar una solicitud al NIHR para hacer un seguimiento de los usuarios más jóvenes del servicio. Sería estupendo que Mermaids participara».
La Sra. Green respondió que estaría «encantada de estudiar la posibilidad de trabajar con ustedes en la solicitud y ejecución del NIHR».
El estudio, que analiza el desarrollo de la identidad de género en niños y niñas de 3 a 14 años, comenzó en 2019 y su propósito era «informar a los proveedores de salud y educación».
Stephanie Davies-Arai, fundadora de Transgender Trend, declaró: «La clínica Tavistock estaba a merced de estos activistas, capturada ideológicamente».
La Sra. Davies-Arai, que aboga por una atención sanitaria basada en la evidencia, dijo que se había puesto en contacto con la Tavistock en 2016, preocupada por el tratamiento que estaban ofreciendo, y le contestaron que acogerían con agrado su aportación, ya que estaban dispuestos a escuchar diferentes voces.
Sin embargo, cuando envió un correo electrónico a la Dra. Carmichael, no obtuvo respuesta.
La Sra. Green dijo que «no era un secreto» que estaba involucrada en las especificaciones del servicio y solicitó participar «como directora ejecutiva de la mayor organización benéfica del Reino Unido (y probablemente de Europa) para apoyar a la infancia y juventud transgénero y sus familias».
Se mostró «satisfecha» de que las nuevas especificaciones «eliminaran un rango de edad arbitrario» para recibir tratamiento con bloqueadores hormonales y aceptara contemplarlos para menores de 12 años.
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