Un nuevo e innovador estudio sobre atletas transgénero ha desvelado que las mujeres trans (sexo masculino) conservan una ventaja del 12% en la realización de pruebas incluso después de tomar hormonas durante dos años para suprimir su testosterona. Los resultados, sugieren los investigadores, indican que las directrices actuales del Comité Olímpico Internacional dan a las mujeres transgénero una «ventaja competitiva injusta» sobre las mujeres biológicas.
World Rugby se convirtió recientemente en la primera federación deportiva en prohibir a las mujeres trangénero jugar en el rugby femenino, citando riesgos de seguridad «significativos» y preocupaciones sobre lo que es justo. Pero la mayoría de los deportes todavía siguen las pautas del COI de 2015, que permiten a las mujeres transgénero jugar contra mujeres siempre que su testosterona se mantenga por debajo de los 10 nanomoles por litro, una cifra más alta que los niveles biológicos femeninos promedio, que oscilan entre 0,12 y 1,79 nmol /L.
Las pautas del COI permiten a las mujeres transgénero jugar contra mujeres siempre que sus niveles de testosterona permanezcan por debajo de los 10 nanomoles por litro. Los niveles medios de testosterona de las mujeres están entre 0,12 y 1.79
Sin embargo, el nuevo estudio, basado en los resultados de las pruebas de aptitud física y los registros médicos de 29 hombres trans y 46 mujeres trans que comenzaron con hormonas de afirmación de género mientras estaban en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, parece desafiar la posición del COI.
La investigación, publicada en el British Journal of Sports Medicine, reveló que antes de comenzar su tratamiento hormonal, las mujeres trans realizaban un 31% más de flexiones y un 15% más de abdominales en un minuto en promedio que las mujeres menores de 30 años en el Air Force y corrían 1.5 millas un 21% más rápido.
Sin embargo, después de suprimir su testosterona durante dos años, un año más que las pautas del COI, todavía eran un 12% más rápidas en promedio que las mujeres.
Los científicos concluyen que “pueden ser necesarios más de 12 meses de supresión de testosterona para garantizar que las mujeres transgénero no tengan una ventaja competitiva injusta al participar en competiciones atléticas de élite”.
Cuando se le demandó opinión sobre la nueva investigación, el COI dijo que está trabajando en un «marco para directrices voluntarias sobre la base de la identidad de género y las características sexuales», y agregó: «En general, las discusiones hasta la fecha han confirmado una tensión considerable entre los las nociones de equidad e inclusión, y el deseo y la necesidad de proteger a la categoría de mujeres, todos los cuales deberán conciliarse. El COI tiene como objetivo publicar este marco en 2021″, [Nota de la ACBM: Más que de una «tensión» debería hablarse de las denuncias de deportistas y de organizaciones de mujeres sobre las políticas injustas del COI]
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