El ministro de Sanidad está recibiendo presiones para que elimine las «escandalosas» normas que permiten que pacientes que sólo se identifican, incluso ocasionalmente, como mujeres puedan compartir salas de hospital exclusivas para mujeres. Las directrices del NHS, descubiertas en una importante auditoría realizada por el Daily Mail, permiten a varones transidentificados , incluyendo delincuentes sexuales, utilizar las instalaciones que deseen, independientemente de si se han operado o no o de si han cambiado legalmente de sexo.

Muchos hospitales dejan claro que los pacientes sólo necesitan presentarse «temporalmente» como mujeres para acceder a las salas y baños exclusivos para mujeres.

Desde un hospital del NHS se afirma: “Personas que no viven a tiempo completo como mujeres han estado en salas de mujeres sin ningún problema». Algunos hospitales tachan de racistas a quienes se oponen a esta política, mientras que otros dejan claro que si otro paciente se queja, es él quien debe trasladarse y no la persona trans.

Activistas por los derechos de las mujeres advierten de que se trata de una burla a las estrictas normas que prohíben a los hospitales colocar a hombres y mujeres en camas contiguas. Quieren que el Secretario de Sanidad, Steve Barclay, tome medidas urgentes después de que hace dos años se iniciara una revisión en medio de la preocupación por esta política, que nunca llegó a publicarse.

Una investigación de este periódico sobre hasta qué punto la ideología de género «woke» se ha infiltrado en el NHS también revela:

-A las comadronas se les dice que pueden perjudicar a las personas trans que han dado a luz llamándolas «madre».

-El personal recibe largas listas de términos desconcertantes, desde «abrosexual» hasta «tercer género», algunos de los cuales han sido redactados por grupos de presión como Stonewall.

-Según los expertos, las políticas oficiales tergiversan la legislación sobre igualdad, además de ignorar los derechos de la mujer y las creencias críticas con el género.

Esta noche, Maya Forstater, destacada activista y directora ejecutiva de Sex Matters, ha declarado: «Estas políticas son escandalosas. Ponen en peligro la salud de los pacientes trans y socavan los derechos de todos los demás.

Si hay un lugar en el que debería ser obvio que nadie debe confundirse sobre el sexo de una persona es cuando recibe tratamiento médico.

Estas políticas hospitalarias han sido claramente desarrolladas por personal ideológicamente comprometido que ha secuestrado el proceso».

Instó al Secretario de Sanidad a «asumir su responsabilidad» y reescribir las directrices sobre alojamiento mixto, así como a «proporcionar orientaciones claras al NHS sobre lo que dice realmente la ley».

Heather Binning, fundadora de la Women´s Rights Network, declaró: «En 2010, el Gobierno anunció que pondría fin a la ‘indignidad’ de las salas mixtas, pero las salas organizadas por sexos pueden convertirse en mixtas en el clima actual».

Ranil Jayawardena, ex ministro del Gabinete, afirmó: «cualquier parte del Servicio Nacional de Salud dicte normas a su personal que coloquen a varones biológicos en salas femeninas es un error. Las salas de un solo sexo deberían ser eso».

Las salas mixtas se prohibieron en 2010 para proteger la dignidad de los y las pacientes, hasta que las normas se relajaron discretamente en 2020. Pero el Anexo B de la guía de 2019 de NHS England sobre ‘Delivering same-sex accommodation’ dejó claro que instalar a las mujeres transgénero -varones- en una sala solo para mujeres no se consideraba una infracción.

Decía ese Anexo: Las personas trans deben ser alojadas de acuerdo con su presentación: La forma en que visten, y el nombre y los pronombres que utilizan actualmente».

En 2021, el entonces secretario de Sanidad, Sajid Javid, se comprometió a revisar las directrices después de que saliera a la luz que algunos centros permiten incluso la entrada de delincuentes sexuales masculinos en pabellones exclusivos para mujeres. Pero la revisión realizada por la jefa de enfermería, Ruth May, nunca se ha publicado, y los ministros han afirmado recientemente que una versión revisada de las directrices «se publicará a su debido tiempo».

Una fuente cercana al Sr. Barclay declaró: «El Ministro de Sanidad comparte la gran frustración de los pacientes del NHS y del público en general ante la lentitud de los avances en materia de salas exclusivas para mujeres. Es necesario publicar directrices actualizadas lo antes posible. Es vital proteger la intimidad, la dignidad y la seguridad de todos los pacientes del NHS».

The Mail envió preguntas al portal de transparencia inglés sobre todos los hospitales del NHS en Inglaterra, y 65 respondieron para confirmar que permitían a los pacientes trans utilizar las instalaciones de su elección.

También facilitaron políticas que dejaban claro que no había restricciones sobre quién se consideraba paciente trans. Cualquiera que se presente como trans no tiene que demostrar que vive con su sexo adquirido, que ha tomado hormonas, que se ha operado o que ha obtenido un Certificado de Reconocimiento de Género para cambiar legalmente de sexo.

Muchos incluyen una referencia en las directrices nacionales en la que se dice a los centros que proporcionen un tratamiento flexible a todas las personas trans «independientemente de que vivan de forma continua o temporal en un rol de género que no se ajuste a su sexo natal».

Blackpool Teaching Hospitals NHS Foundation Trust dice: «Si el paciente tiene un rol femenino (o viceversa) en su vida diaria, así es como debe ser tratado en el momento del ingreso». Y añade: «Por ejemplo, personas que no viven a tiempo completo como mujeres han estado en salas de mujeres sin ningún problema».

Worcestershire Acute Hospitals NHS Trust dice: «Algunas personas prefieren llevar ocasionalmente ropa que no suele llevar el sexo con el que se identifican por razones de comodidad. La toma de decisiones clínicas no debe verse afectada por cosas como la ropa que lleva una persona, su voz o su peinado».

En caso de conflicto con otros pacientes, «la atención debe centrarse en la persona que muestra comportamientos prejuiciosos, no en la persona afectada por ellos».

El Centro Walton, una unidad especializada en neurología de Liverpool, admite que «los pacientes pueden tener dificultades para aceptar la identidad de género del usuario del servicio», pero afirma que esto puede poner en peligro a la persona trans y «puede implicar la denuncia a la policía de comportamientos inaceptables como delito de odio».

El Ministerio de Sanidad declaró: «Los pacientes no deben compartir dormitorios con personas del sexo opuesto y deben tener acceso a baños y aseos separados. Las fuentes afirmaron que el Gobierno se ha comprometido a proteger los espacios para un solo sexo.

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