Recientemente, en los tribunales del Reino Unido se litigó una intensa batalla entre la biología versus la ideología. Me refiero a la contienda legal de Freddy McConnell, periodista de 34 años, cuyo caso culminó en la Suprema Corte de Justicia el pasado mes de noviembre del 2020. Freddy argumenta que tiene el derecho a ser considerado legalmente el “padre” del bebé que Freddy gestó dentro de su útero, pues aunque Freddy nació hembra, Freddy se identifica como hombre.

En el 2013 inició un tratamiento de testosterona y en el 2014 se realizó una doble mastectomía. Tiempo después, utilizando la Ley de Reconocimiento de Género del 2004, Freddy cambió su sexo en sus documentos de identidad. Diez días después de adquirir su Certificado de Reconocimiento de Género, Freddy acudió a un banco de esperma para iniciar su trayecto como «hombre embarazado». Concibe en el 2017 y alumbra en el 2018, promocionando su gravidez con un documental de la BBC.

Cuando acude a sacarle el acta a su bebé, reclama que se le denomine “padre” de la criatura, lo cual le fue denegado, porque la ley define a quien da a luz como la “madre”. Inmediatamente después de parir, Freddy procede a demandar a la Oficina General de Registro que emite las actas de nacimiento y de defunciones de Inglaterra y Gales.

Pierde el caso y apela la sentencia en septiembre del 2019. Sigue apelando hasta llegar a la Suprema Corte de Justicia, donde en noviembre del 2020 agota las vías legales dentro de su país. Ante semejante derrota, Freddy expresa con determinación que elevará su reclamo ante la Corte Europea de Derechos Humanos.

El argumento de Freddy es enteramente lógico, al razonar: si la ley me considera hombre, ¿por qué no habría de considerarme padre? La respuesta evidenciada durante su batalla legal es que, en el año 2004, al aprobar la Ley de Reconocimiento de Género que promueve la “ficción jurídica” de que el sexo es intercambiable, sus ramificaciones no fueron ni discutidas públicamente ni analizadas a profundidad.

[…] Al emitir sus sentencias, los tribunales del Reino Unido ponderaron que el reclamo de Freddy a ser considerado “padre”, entraba en conflicto con los derechos de otra persona: su bebé […]

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