Seis grandes condados y muchas familias están exigiendo respuestas urgentes de la Junta de Críquet de Inglaterra y Gales sobre un jugador transfemenino de mediana edad a quien se le permite competir contra niñas de tan sólo 12 años. Muchas podrían abandonar la práctica de ese deporte.
Telegraph Sport ha recibido múltiples cartas de entrenadores y familias cuyas hijas se han enfrentado en partidos de críquet interclubes a dicho jugador, cuyo caso no ha aparecido antes en los medios de comunicación. Todos expresan su alarma por las implicaciones para la seguridad de que un adulto con las ventajas físicas remanentes de la pubertad masculina juegue en la misma liga que las niñas. Una carta de un entrenador afirma que el jugador «golpea la pelota más fuerte que nadie que haya visto en la liga».
Se sabe que el jugador ya ha causado lesiones, aunque de forma involuntaria, entre ellas una a un árbitro y otra a una rival en las pruebas del condado que quedó incapacitada para jugar durante meses. Algunos padres y madres, preocupados por las importantes desigualdades físicas entre las jóvenes y un adulto nacido varón, han amenazado con retirar a sus hijas de la liga. Uno de ellos calificó la situación de «inaceptable, incómoda y peligrosa».
La madre de una niña de un equipo sub-13 del condado reconoció que estaba realmente preocupada por la seguridad de su hija, argumentando que era «inapropiado» incluir en la misma liga a un adulto con los beneficios fisiológicos de [haber pasado] la pubertad masculina.
Otro padre de una niña de 12 años describió sus temores de que ella y sus compañeras de equipo «abandonaran el críquet, porque les asusta mucho tener que enfrentarse a lanzamientos y fintas de esa fuerza y contundencia». Muchas niñas de esta edad acaban de iniciarse en el críquet de bola dura, y basta un incidente para que abandonen el juego.
El club del jugador trans dice que se le pidió que «se contuviera”
En una reunión de la liga destinada a debatir las preocupaciones sobre las niñas de 12 años que «ascienden» en el juego femenino y sobre las posibles disparidades de tamaño y fuerza, el club del jugador trans objetó que se les dijera que tuvieran que pedir a la jugadora de críquet que «se contuviera».
La preocupación suscitada por el caso ha llegado a tal punto que un grupo de seis condados se reunió la semana pasada con la Junta de Críquet de Inglaterra y Gales para insistir en que se aclare de inmediato la política del organismo rector en materia transgénero. Todos argumentan que se les ha dejado sin una orientación clara sobre la cuestión de la seguridad física de las niñas.
Tal y como están las cosas, las normas de la Junta en torno a jugadores trans en el críquet recreativo se encuentran entre las más liberales del deporte, decretando que «las personas trans pueden competir en cualquier competición, liga o partido exclusivamente femenino y deben ser aceptadas en el género en el que se presenten».
Los seis condados argumentan que esta falta de protección de la categoría femenina les deja sin una orientación clara ni sobre la cuestión de la seguridad física de las chicas ni sobre la del acceso a los cuartos de baño.
El consejo de la Junta de Críquet dicta que si surge algún problema de seguridad en el que esté implicado un jugador de críquet trans, debe ser tratado en primer lugar por la liga. Los condados consideran que se trata de una abdicación de la responsabilidad de la Junta como órgano de gobierno nacional, y señalan que muchos partidos recreativos son arbitrados por voluntarios, a menudo no cualificados y reacios a arriesgarse a acusaciones o abusos por cuestionar la capacidad de un jugador en particular.
“Podría estar compartiendo espacio con un hombre que ha decidido que ahora es una mujer: eso me preocupa mucho»
También existe un profundo malestar por el hecho de que un hombre biológico que se identifica como mujer comparta los aseos de un club de críquet con chicas adolescentes. «Si tengo una niña de 13 años que necesita cambiarse porque acaba de empezar su periodo, podría estar compartiendo un espacio reducido con un hombre que, según la política de la Junta, ha decidido que ahora es mujer», dijo una fuente. «Eso me preocupa mucho».
Preguntada por la última polémica, la Junta de Críquet ha respondido que su política transgénero estaba siendo revisada. «La participación transgénero es un área compleja», ha dicho un portavoz. «En el críquet recreativo, la elegibilidad de los jugadores se basa en su propio género autoidentificado, sin requisitos médicos. Sin embargo, a la luz de las directrices del Grupo de Igualdad del Consejo de Deportes del Reino Unido (SCEG), lo estamos revisando actualmente. Seguiremos consultando con Sport England y otros expertos independientes, y comunicaremos cualquier cambio una vez finalizado este trabajo».
Pero entre los condados existe la opinión de que la Junta de Críquet está cerrada en banda y prevaricando sobre el tema. Un condado dijo que había estado presionando por cambios concretos en la política transgénero durante tres años, sólo para ser remitido después de la reunión de la semana pasada a la guía de Stonewall, la ong LGBTIQA+ que asesora a las organizaciones sobre pronombres y espacios de género neutro.
El críquet ha lidiado con la controversia transgénero antes, más llamativamente cuando Maxine Blythin, que hizo la transición cuando era adolescente, ganó el premio a la mejor jugadora femenina del año de Kent en 2019 a la edad de 24 años. El caso que ahora crea tanta preocupación involucra a un jugador significativamente mayor.
Fiona McAnena, directora de deportes de Fair Play for Women, ha declarado: «El Grupo de Igualdad del Consejo de Deportes del Reino Unido afirma claramente que la equidad y la seguridad para las mujeres y las niñas se ven comprometidas si los hombres transidentificados están en equipos femeninos. Es bueno ver que la Junta de Críquet está revisando su política de permitir la presencia de hombres en equipos femeninos sin restricciones. Si quieren proteger y promover el críquet femenino, deben proteger la vía del talento. La única manera es hacer equipos femeninos para las que nacen mujeres y para nadie más».
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