MDA National, una de las principales aseguradoras médicas de Australia, ha suprimido la cobertura a los médicos privados que inician tratamientos hormonales en adolescentes con disforia de género. La decisión se tomó en respuesta al «riesgo de reclamaciones potencialmente cuantiosas derivadas de tratamientos irreversibles» administrados a niños, niñas y adolescentes.
MDA National ha declarado que tampoco asegurará a los médicos privados, como los generalistas, frente a reclamaciones legales derivadas de la evaluación de pacientes menores de 18 años que se consideren aptos para tratamientos de transición de género, como las hormonas de sexo cruzado y las cirugías de afirmación de género.
La Australian Professional Association for Trans Health (AusPATH), que representa a cientos de profesionales de la salud que atienden a personas trans, tiene constancia de que algunos médicos de cabecera ya han dejado de practicar las terapias afirmativas de género, un modelo que no cuestiona las decisiones del menor y puede dar lugar a intervenciones médicas como bloqueadores de la pubertad y tratamientos hormonales.
La decisión de la MDA National, efectiva a partir del 1 de julio, se produce después de que la aseguradora revisara los riesgos médico-legales en medio de lo que describió como «crecientes críticas en todo el mundo a la investigación que sustenta la transición médica y quirúrgica de los niños en respuesta a la disforia de género».
La decisión se tomó en respuesta al «riesgo de reclamaciones potencialmente cuantiosas derivadas de tratamientos irreversibles» administrados a niños, niñas y adolescentes.
Las terapias hormonales de afirmación de género con testosterona o estrógenos pueden causar infertilidad temporal o permanente.
La MDA sigue cubriendo a los médicos que prescriban bloqueadores de la pubertad para tratar a jóvenes trans. Aunque hay pruebas de efectos secundarios a largo plazo de los bloqueadores de la pubertad, como la reducción de la densidad ósea, los efectos sobre la pubertad son reversibles [Nota: la insuficiencia de investigación no permite afirmar que los efectos de los bloqueadores sean reversibles. Países como Finlandia, Suecia, Reino Unido… ya han aceptado que su uso es experimental y lo han limitado].
«Los niños y las niñas no pueden hacer la transición sin depender de las valoraciones de los profesionales médicos», declaró la MDA National en un comunicado a la ABC.
Esto coloca a los médicos en una posición especialmente vulnerable con respecto a futuros litigios, sobre todo si los tribunales consideran que el profesional ha influido en la decisión del menor de someterse a una transición médica o quirúrgica y que existen límites a la comprensión del niño y a lo que efectivamente consiente».
«Esto nos ha llevado a la conclusión de que los médicos que evalúan a los niños como aptos para la transición y/o que prescriben inicialmente hormonas de sexo cruzado corren un mayor riesgo de recibir demandas, con independencia de la solidez del proceso de consentimiento y del nivel de atención o el modelo de asistencia sanitaria».
MDA National se describe a sí misma como «apolítica» y afirma que «no hace ningún comentario sobre la idoneidad del modelo de consentimiento informado de la atención sanitaria para la afirmación del género».
Pero afirma: Aunque los profesionales que trabajan en este ámbito prestan la mejor atención sanitaria y hacen todo lo que normalmente permite una defensa sólida frente a una reclamación, en última instancia, es muy poco lo que un profesional puede hacer para protegerse de las reclamaciones de aquellos que, en retrospectiva, creen que su atención debería haberse gestionado de otra manera».
«Como organización de médicos, debemos actuar en el mejor interés de todos nuestros médicos miembros con respecto a futuras reclamaciones, que no son pagadas por el gobierno, las asociaciones o los médicos individuales que puedan ser demandados.
«El coste de estas reclamaciones debe ser sufragado por el conjunto de los miembros de la MDA, que se compone en gran parte de médicos privados en ejercicio».
La noticia de su decisión de denegar a los médicos privados la cobertura por evaluar a niños, niñas y adolescentes como aptos para la transición de sexo y por iniciar tratamientos hormonales cruzados a pacientes menores de 18 años se produce en medio de una enorme demanda en los servicios de género de los hospitales públicos.
A 9 de mayo de este año, el Servicio de Género Infantil de Queensland tenía 642 menores y jóvenes, de edades comprendidas entre los 4 y los 17 años, en lista de espera para ser evaluados.
En 2022, el servicio atendió a 922 pacientes.
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