Valentina Petrillo, un hombre biológico de 49 años, ha ganado la medalla de bronce en los 400 metros lisos femeninos del Campeonato del Mundo de Paratletismo celebrado en París. Petrillo, 18 años mayor que cualquier otra competidora de la prueba, impidió a la marroquí Fatima Ezzahra El-Idrissi subir al podio en la final T12 para atletas con discapacidad visual.
La medalla de Petrillo, la primera lograda por un atleta transgénero en la escena mundial del atletismo, ha suscitado una rápida condena. Peter Eriksen, ex seleccionador olímpico de Canadá, calificó el resultado de «escandaloso», y Mara Yamauchi, la tercera corredora británica de maratón más rápida de la historia, se preguntó: «¿Cuántas mujeres de 49 años pueden ganar una medalla? «¿Cuántos corredores de 49 años ganarían medallas a nivel mundial?».
El-Edrissi, la rival derrotada en cuarta posición, tiene 27 años, mientras que la cubana Omara Durand y la venezolana Alejandra Pérez López, medallistas de oro y plata, tienen 31 y 25 años.
“No siento que esté robando”
La participación de Petrillo en competiciones internacionales ha sido durante mucho tiempo objeto de polémica. Apenas iniciada la terapia hormonal para comenzar la transición en 2019, con 45 años, Petrillo se inscribió en los 100, 200 y 400 metros femeninos en los campeonatos paralímpicos de Italia al año siguiente e inmediatamente ganó las tres carreras. «Mejor ser una mujer lenta y feliz que un hombre rápido e infeliz», declaró a la BBC. «No siento que le esté robando nada a nadie».
Aunque Petrillo, de Nápoles, esperaba que estas victorias le valieran una plaza en los Juegos Paralímpicos de Tokio en 2021, la Asociación Italiana de Deportes para Discapacitados se negó a concederle una nominación. El organismo rector se negó a explicar públicamente sus motivos, pero entre bastidores se ha visto sometido a una intensa presión por parte de otras competidoras de Petrillo, varios de los cuales han expresado su preocupación por la equidad.
Cuando Petrillo ganó en los 200 metros lisos femeninos en pista cubierta en Ancona en marzo, con un tiempo que sólo le habría valido para ser 14ª en la carrera masculina, Cristina Sanulli, que acabó segunda, dijo: «No nos sentimos iguales porque la estructura física de Petrillo es masculina. Así que no corremos a la par». Aunque el camino personal que ha tomado Valentina es respetable, atléticamente hablando no lo es, y por eso nos sentimos muy discriminadas.»
“Al mismo nivel que Hitler”
La guía de participación de la Asociación Mundial de Paratletismo establece que «una atleta será elegible para competir en competiciones femeninas si está reconocida como mujer por la ley». Sin embargo, el manual de política de la organización señala que «tratará los casos de atletas trans de acuerdo con las directrices del Comité Olímpico Internacional«. La postura del COI ante el debate trans es tan poco comprometida que ha desviado la toma de decisiones a deportes concretos. En marzo, la Asociación Mundial de Atletismo anunció que las carreras femeninas debían limitarse a las nacidas mujeres.
Esta estricta decisión, como pone de relieve el bronce de Petrillo, aún no se ha trasladado a las pruebas paralímpicas. A principios de año, los organizadores de los campeonatos del mundo de atletismo en pista cubierta para masters advirtieron de posibles protestas contra Petrillo, que corría en la categoría femenina de mayores de 45 años.
Cuando se le negó el acceso a los vestuarios femeninos en Ancona, Petrillo, de quien se sabe que no se ha sometido a cirugía de reasignación de sexo, arremetió contra sus detractoras diciendo que «estaban al mismo nivel que Hitler».
«No me he sometido a terapia hormonal para ganar, lo he hecho por mí mismo», dijo Petrillo, que está casado con una mujer y tiene dos hijos.
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